El aborto farmacológico es un método seguro y efectivo para interrumpir un embarazo en sus primeras semanas utilizando medicamentos. Se diferencia del aborto quirúrgico porque no requiere intervención en un hospital o clínica y puede realizarse en casa bajo supervisión médica. Si quieres conocer más, sigue leyendo y te contamos todo sobre abortos farmacológicos.
Si decides interrumpir de forma voluntaria tu embarazo, es importante que conozcas las opciones que tienes para hacerlo. Puedes optar por un aborto farmacológico o por un aborto quirúrgico. Hoy te vamos a contar todo sobre abortos farmacológicos:
Este tipo de aborto inducido se realiza en embarazos de hasta 10 semanas, después de este tiempo se utiliza el aborto quirúrgico. El farmacológico es menos invasivo, ya que se utilizan medicamentos para interrumpir la gestación. Este tipo de procedimiento tiene una efectividad del 95-99%, siempre que se sigan las recomendaciones médicas. En el proceso se utilizan dos medicamentos principalmente: mifepristona y misoprostol.
Según la revista Elsevier, la interrupción voluntaria del embarazo más realizada siempre ha sido el aborto quirúrgico. Actualmente, el aborto farmacológico se está equiparando, debido al gran aumento de su eficacia. Se ha convertido en una opción segura y más íntima para la mujer embarazada.
Antes hemos señalado que se debe realizar hasta la semana 10, se recomienda hasta esta fecha debido a su mayor porcentaje de eficacia. Y como límite, se podría realizar hasta la semana 12, pero con mayor riesgo de complicaciones.
Aborto farmacológico proceso
En Clínica el Mar queremos que conozcas toda la información sobre este procedimiento abortivo. Por eso, te vamos a explicar sobre el aborto farmacológico proceso y desmentiremos algunos mitos.
El aborto farmacológico tiene su proceso, el cual se realiza con dos medicamentos principales:
- Mifepristona: es el primer fármaco que se suministra y actúa bloqueando la hormona progesterona. Esta es esencial para mantener el embarazo y sin ella el revestimiento del útero se rompe. Además, este medicamento reblandece el cuello del útero.
- Misoprostol: se toma 24/48 horas después de haber tomado la mifepristona. Provoca contracciones en el cuello del útero, lo que facilita la expulsión del contenido uterino. Este medicamento es el que produce los síntomas más notorios como el sangrado y los cólicos.
Como todo procedimiento médico, en el aborto farmacológico también se repiten una serie de síntomas tanto durante como después de la realización del mismo. Cuando la mujer gestante toma el misoprostol, durante las primeras horas, tiene:
- Sangrado abundante con coágulos.
- Cólicos fuertes.
- Náuseas, vómitos o diarrea.
- Fiebre leve o escalofríos.
Estos síntomas son comunes y duran en torno a 4 o 6 horas tras tomar el misoprostol. Los días siguientes a este procedimiento, es normal experimentar sangrado de forma leve durante una o dos semanas. Los cólicos pueden aparecer y desaparecer, experimentar fatiga y cambios hormonales, al igual que la menstruación.
Algunas recomendaciones y cuidados tras el aborto farmacológico son los siguientes:
- Usar toallas higiénicas en lugar de tampones o copas menstruales hasta que el sangrado disminuya.
- Evitar relaciones sexuales con penetración durante al menos una semana para prevenir infecciones.
- No realizar actividad física intensa en los primeros días.
- Hacer un seguimiento médico (prueba de embarazo o ecografía) para confirmar que el aborto fue exitoso.
El acceso a este tipo de aborto se puede obtener en clínicas especializadas. Si eres de Valencia debes buscar aquellas clínicas abortivas especializadas en este procedimiento. Clínica el Mar somos una clínica abortiva en Valencia que te asesoramos sobre el proceso, lo realizamos con toda la intimidad que necesitas y te acompañamos en todo momento. Conoce más acerca de nuestros servicios contactando con nosotros y nuestro equipo de expertos te guiará en el proceso.
El aborto farmacológico es una opción segura y eficaz para interrumpir un embarazo temprano. Su efectividad es alta y los riesgos son bajos cuando se sigue el procedimiento correctamente. Sin embargo, es importante contar con información confiable y, si es posible, acompañamiento médico para evitar complicaciones.